martes, 11 de diciembre de 2012

Muebles con secreto: Esconder, Exhibir, Aprender. 

Mónica Piera Miquel


 Opinión personal


El texto empieza con una frase muy impactante: "Entre los pecados capitales se encuentra la avaricia, que se define como el afán excesivo de adquirir y poseer riquezas". Creo que éste afán de conseguir y adquirir cosas nuevas, diferentes y cada vez mejores ha hecho que el hombre evolucione en todos los sentidos. Así que como dice el texto, en grados inferiores la avaricia no se consideraría mala.
Estoy de acuerdo en que el hombre siempre ha intentado poseer piezas únicas, joyas y bienes y ha intentado tenerlo siempre a buen recaudo, pero es cierto que existe la necesidad humana de mostrarlo, ya que si no se muestra es como si no existiera y en definitiva como si no lo poseyéramos. Supongo que de ahí el afán de crear contenedores para tesoros que además de guardar los objetos de valor que había en su interior pudieran lucirse por ellos mismos.
Dicen que las personas somos lo que recordamos, supongo que de cara a los demás también poseemos los que exibimos.

Sobre la parte del texto que habla del escritorio privado, me ha gustado el hecho de que el mueble pasara de simple contenedor a un mueble de prestigio social. Creo que empezaron a dar importancia al hecho de expresarse, el hecho de valorar un espacio como nuestro privado donde desarrollar ideas y además donde podían guardar secretos.  La idea de que el escritorio viajaba con el señor puede compararse con el hecho de que ahora viajemos con nuestro pc, ya que ahora nuestro nuevo escritorio es el ordenador. Igual que antaño, los portátiles guardan secretos y también suponen un reto para el usuario. El creador del pc lo diseña para que sea utilizado pero no por cualquiera, busca un público específico que interactúe y que sienta placer al descubrir ciertos retos, igual que pasaba antiguamente con los muebles, disponían de cajones o rincones secretos que suponían un reto para el usuario. También el escritorio ejercía cómo símbolo mas que un objeto funcional igual que pasa ahora con los teléfonos móviles, las tablets etc...que denotan cierta clase social además de ser un objeto funcional.
Con los muebles contemporáneos creo que se ha perdido el afán de retar al usuario, por norma los muebles que encontramos no disponen de secretos y no nos despiertan ningún interés extra además de la función principal. Creo que sí que podemos encontrar esta interacción con algunos muebles denominados de ''diseño'' y creo que son nombrados así porque se salen de lo convencional y por tanto nos llaman la atención porque son diferentes, especiales y nos hacen pensar o simplemente nos sorprenden por su color, su forma, sus múltiples funciones, etc.